Charlatanes de la técnica: Los falsos maestros de las Artes Marciales

Ser un experto en Artes Marciales te entrega la posibilidad de ganarte el respeto de los demás, pero también te puede dar mucho dinero. En la antigua China eran varios los “maestros” que gritaban a los cuatro vientos el haber ganado en miles de peleas frente a los mejores exponentes del Kung Fu, con el propósito de atraer más alumnos a sus escuelas.

Con el paso del tiempo, las Artes Marciales arribaron a occidente, especialmente gracias a las películas, llegando también varios “maestros” en “Kong Fu”, “Carate”, “Taiguondo” y en el denominado “Arte de Bruce Lee” y aunque parezca increíble, sus escuelas se llenaron de alumnos, quienes buscaban técnicas secretas, efectividad absoluta, y un cinturón negro en pocos meses.

No era raro escuchar a los “maestros” decir que habían entrenado con el mismísimo Bruce Lee o que habían ganado cientos de campeonatos mundiales que de manera muy rara, justo nadie vio, grabó o fotografió.

Artes Marciales: Wing Chun

Las artes marciales se tratan de honor, y justo eso hace que las mentiras sobre la educación, progreso o logros personales sean un pecado imperdonable. Los verdaderos artistas marciales detestan ese tipo de comportamiento y lo condenan activamente. Así que, ¿qué motiva a alguien intentarlo? ¿Especialmente en los tiempos de Google?

Con el correr de los años, el avance de la tecnología y la masificación de los medios de comunicación parecería lógico que estas prácticas desaparecieran, pero increíblemente es cada vez más común que aparezcan charlatanes ofreciendo sus servicios y promesas para así transformar a una persona normal en un experto en artes marciales.

Los mejores indicadores de estos charlatanes son ostentar grados exagerados en edades jóvenes. Escudos por todos lados, títulos rimbombantes, trofeos de 9no. Lugar, etc. Inventan estilos que no saben explicar y sus combates son puro brinco chapulinesco, tiran patadas y se caen.

Aprovechando el misticismo que ha rodeado siempre a la cultura oriental y a las artes marciales en particular, cada vez proliferan más los estafadores. Esos gurús que dominan las energías, que conocen las técnicas secretas, que realizan proezas inimaginables con el poder de su mente o con un leve gesto de sus manos. ¡Todo mentira! Es una imagen de las artes marciales que les hace mucho daño. Los artistas marciales serios, los de verdad, los que saben que el trabajo, el sudor y el esfuerzo son el único camino, no podemos permitir esto (¿ves como las organizaciones sí son necesarias?). Quizás haya una tendencia natural a que estos estafadores terminen por desaparecer pero, de momento, son un problema que perjudica a las artes marciales.

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