El cuerpo humano desde el punto de vista del arquitecto

Muchas interpretaciones. Cada arquitecto puede dar una respuesta -> cada arquitecto representa el cuerpo humano de diferente manera.

2 RESPUESTAS:

  • RESPUESTA MÁS TÉCNICA

El cuerpo humano es como un edificio. Pero no en el sentido abajo-arriba, ya que un edificio se asienta en unos cimientos que podrían ser los pies y tiene cuerpo, pero carece de brazos o cabeza. Además, los edificios no pueden moverse de lugar.
La relación sería de dentro hacia afuera: Los huesos serían la estructura del edificio, los órganos serían las instalaciones y la piel sería la envolvente (fachada y cubierta). De tal manera que si un edificio sufre una patología en la fachada sería como una herida superficial, si sufre una avería en las instalaciones seria como una enfermedad más grave (órganos) y si rompe la estructura puede provocar un fallo estructural del edificio llegando al derribo, que sería asimilable a la rotura de un hueso. La herida sería más grave.
Del mismo modo, tanto el cuerpo como el edificio reciben acciones externas (empujes, viento, sobrepesos…) en la parte exterior (aparte de otras fuerzas internas), es decir, en la envolvente, que pueden afectar a todo el conjunto y para las cuales tienen que generar un esfuerzo contrario para compensar y todo empieza en la estructura. Ejemplo de viento:

  • RESPUESTA MÁS CONCEPTUAL

Toda la arquitectura se mide desde el cuerpo humano. La relación del cuerpo humano con la arquitectura es medida y proporción. Los proyectos nacen de una idea, pero para llevarlos a la práctica deben tener unas dimensiones concretas, y hay que darse cuenta de que están hechos para las personas, por lo que todas las medidas deben estar en relación al ser humano. En primero de carrera nos dijeron que la Biblia del arquitecto es el Neufert (El libro Neufert es un libro en el que aparecen todo imágenes acotadas de personas y espacios y cuya portada es precisamente las “proporciones de una persona”, más o menos). Ejemplo de una página (se puede buscar en Google imágenes: Libro Neufert y ver más):

Por eso, no es lo mismo proyectar un hall de 3 metros de altura, 5m, o 10. Por ejemplo, en muchos edificios públicos, la entrada hace una especie de porche que indica un espacio más acorde a la altura de una persona para después abrirse a un espacio mayor. Es como un espacio de transición para no entrar directamente a un área “que no podemos controlar”.

El arquitecto debe ser consciente de las medidas “estándar” que envuelven al ser humano para poder proyectar edificios “cómodos”. Sin entrar en materiales, iluminación, ruido…. la proporción es un concepto ligado a la psicología del ser humano que indirectamente, y sin ser conscientes, nos puede indicar si los espacios en los que nos encontramos son agradables. Una mala medida o una proporción descontrolada pueden hacer que la persona sienta que el espacio no es acogedor y, por tanto, que no le guste o que no se sienta cómodo.  

 

Lo mismo ocurre con una vivienda. No es lo mismo una habitación cuadrada o rectangular, tener terraza o no, tener espacios estrechos o anchos… y aun pareciendo que hay pocas diferencias, por ejemplo, entre un pasillo de 0,8m y uno de 0,9m de ancho, y siempre dependiendo de la subjetividad que conlleva el análisis de un espacio (gustos, vivencias, costumbres…), la arquitectura debe responder de manera global a la necesidad de ofrecer a la persona unos espacios adecuados que se adapten a su dimensión.

Agradecimientos a Jorge B. por facilitarnos este escrito.

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