Errores que todo artista marcial ha cometido

Los artistas marciales, antes o después, cometemos una y otra vez los mimos errores. Algunos pueden considerarse “pecadillos” de principiante, pero si se producen en practicantes avanzados… entonces revisten una mayor gravedad.

Pretender aprenderlo todo en muy poco tiempo

Cuando un principiante comienza a aprender artes marciales lo hace normalmente con muchas ganas e ilusión. Seguramente, viendo a los compañeros más experimentados quede  impresionado por sus habilidades y quiera ser como ellos. Eso está bien. El problema es que normalmente quiere ser como ellos… ¡YA!. Por eso trata de desentrañar todos los detalles de cada movimiento, pretende conocer la función de cada técnica, abarcar todos los aspectos de la práctica a fin de dominarla por completo… ¡y lo pregunta todo!

Tratar de imponerse al compañero

Aspects-of-Tai-ChiEste es un clásico. Todos hemos tenido algún compañero supercompetitivo, que permanentemente trata de ser superior a los demás. Son esos que no entienden que el aprendizaje, a veces, requiere de cierta colaboración.

Imagina a dos principiantes de Wing Chun, practicando Chi Sau, forcejeando y tratando de controlarse o empujarse el uno al otro por la fuerza bruta. Es difícil que así progresen. El que trata de imponerse al compañero, normalmente ni aprende ni deja aprender. Y esto pasa en el Kwoon, pero si hablamos de un curso o una práctica en la que los asistentes son de diferentes escuelas… entonces ser mejor que el otro se convierte en una cuestión de honor. Afortunadamente, algunos se dan cuenta con el tiempo de que imponerse en la práctica solo sirve para dificultar el aprendizaje. Pero otros…

Querer enseñar cuando en realidad no sabemos

En todo proceso de enseñanza se producen etapas. Al principio el alumno duda de todo, suele ser tímido en su ejecución y muestra su inseguridad. Pero con el tiempo va adquiriendo confianza, a veces demasiada. Ya “sabe” ciertas cosas, y cuando da con un compañero aún más inexperto que él, se siente en la obligación de ayudarle, demostrando de paso todo eso que ya “ha aprendido”. ¿Cuántas veces hemos explicado algo a un compañero que ha resultado ser incorrecto?¿En cuántas ocasiones hemos tenido que decir “Ah, yo creía que…”? Pues eso, que todos nos pasamos de listos de vez en cuando.

Hablar sobre la práctica en lugar de practicar

Si el maestro presenta un trabajo por parejas, dedicarse a discutir sobre él en lugar de realizar ese trabajo es perder el tiempo ¿no te parece? Esto no quita que se pueda comentar al compañero si la fuerza aplicada es suficiente o no, o preguntarle si ha sentido algo de dolor, o cualquier otra cosa que sirva para mejorar la práctica. Hablar sobre lo que debemos hacer no sirve para nada si no lo hacemos de verdad.

Culpar a lo externo y poner escusas

Es que el compañero a veces no me ataca recto y por eso mi defensa no sirve. Es que hoy he llegado muy cansado. Es que no lo ha explicado bien y así cualquiera se entera. Es que… Es que… ¡Es que para todo tenemos excusas! A veces las circunstancias externas suponen un obstáculo, pero…¿el problema siempre es externo? ¿nosotros lo hacemos todo bien? Tanto tú como yo sabemos la respuesta. Debemos aceptar que la mayoría de las veces, los errores parten de nosotros. No pasa nada. Tendremos que prestar más atención, corregir los defectos y entrenar más.

Creer que ya es suficiente

Suelo decir  que “cuanto más sé, más sé que no sé”. Este juego de palabras ilustra perfectamente mi percepción del aprendizaje en artes marciales.  Cada nuevo concepto que descubrimos nos abre una puerta hacia nuevo conocimiento. Nos hace ver un mundo que, hasta ese momento, ni siquiera sabíamos que estaba ahí. Y a su vez, explorar ese nuevo mundo nos aportará nuevas ideas, que darán pie a otro sin fin de posibilidades. Cuanto más aprendemos, más debemos darnos cuenta de todo lo que nos queda por aprender. El principiante que cree que ya domina el sistema, evidentemente se equivoca. Pero el maestro que cree que ya no tiene nada que aprender porque ya sabe lo suficiente, también. Nunca dejamos de ser estudiantes. ¿Recuerdas el “Solo sé que no sé nada” de Sócrates? Pues si eso lo decía uno de los mayores filósofos de la historia… ¿qué será de nosotros, simples artistas marciales?

Pues espero que este texto te sirva para corregirlos o evitarlos, y te ayude un poquito (solo un poquito) a reflexionar sobre cómo puedes ser un mejor artista marcial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *