El Wing Chun

Historia del Wing Chun

La historia del Wing Chun está repleta de leyendas, aunque ninguna de ellas ha sido demostrada. La más aceptada es la de una joven llamada Yim Wing Chun que, buscando rechazar a un pretendiente, aprendió el arte marcial de una monja llamada Ng Mui.

La monja había huido de la destrucción del templo Shaolin donde vivía, y en su huida buscó perfeccionar y simplificar las técnicas aprendidas de los maestros Shaolin.  Ng Mui enseñó durante 100 días sus conocimientos a Yim Wing Chun, quien así consiguió vencer en un combate al pretendiente.

De esta forma, Wing Chun pudo casarse con la persona que ella quiso, y trasmitió el arte marcial a las siguientes generaciones.

El máximo exponente de la disciplina y el que la dió a conocer fue el maestro Ip Man, quién entreno a Bruce Lee antes de que crease el Jeet Kune Do.

 

Clase wing chun kung fu
Maestro Ip Man con sus alumnos

¿Que es el Wing Chun?

El Wing Chun es un arte marcial eficaz a la vez que realista, simple y directa. Está basado en principios biomecánicos, que priorizan la sensibilidad táctil y la relajación. Es apto para ser practicado a cualquier edad y por cualquier persona.

Se trata de un arte marcial China que proviene del Kung Fu y se fundamenta en la lucha a corta distancia y sin armas. Es una disciplina muy útil para la defensa personal, ya que no cuenta con reglas ni limitaciones como otras artes marciales, si no que nos plantea técnicas que podemos aplicar ante un ataque real.

 El sistema de Wing Chun  se puede desarrollar como un estudio científico de combate, el cual dispone de un arsenal técnico específico. Pero el aprendizaje del Wing Chun va más allá del sistema de lucha, ofreciéndonos otros beneficios, tales como aprender a improvisar y trabajar bajo presión, controlar el miedo y aprovechar su reacción, o controlar la propia ira, desarrollar la autoconfianza, la conciencia corporal y la concentración mental.

Trabajamos dando mucha importancia en cada entrenamiento a los ejercicios que constituyen la base del Wing Chun. Practicamos buscando la perfección en los detalles, desarrollando la constancia, la disciplina, el control del ego y la concentración.

Para practicar esta disciplina no existe ningún requerimiento físico especial. Podemos afirmar que el Wing Chun, mejora la conciencia corporal y la concentración, y resulta muy divertido. Cualquier persona puede empezar a practicar a cualquier edad de la vida.

Para aprender más sobre el Wing Chun puedes contactar con nosotros, acudir a nuestro centro o seguir leyendo en nuestro blog.