Nadie duda que Ip Man es el hombre que llevó el Wing Chun a lo más alto, pero esta forma de kungfú cuyo nombre significa en cantonés admirar la bella primavera tiene los orígenes a finales del siglo XIX.
![](https://www.wingchunkwoonguanyu.es/wp-content/uploads/2023/04/274354502_483361776843825_2932209087124342526_n.jpg)
Ip Man enseñaba a todos sus estudiantes de manera diferente, dependiendo de su habilidad natural, la personalidad y la comprensión de cómo sentía que el Wing Chun se adaptaría mejor a ellos. Su alumno estrella Bruce Lee inmortalizaría este concepto en la famosa frase “Be water my friend / Sé agua, amigo mío”. En el fondo el actor utiliza esta metáfora para definir uno de los conceptos básicos de ese Wing Chun. Es mejor no tener forma definida (adaptarse a las circunstancias). Así, el agua tiene forma de botella cuando entra en una botella y forma de tetera cuando está en una tetera. Siendo como el agua fluiremos y lograremos adecuarnos a las adversidades que vendrán. En conclusión, no hay una enseñanza válida universalmente pues cada persona debe utilizar las artes marciales según sus características y potencial.
![](https://www.wingchunkwoonguanyu.es/wp-content/uploads/2023/03/274821168_489265972920072_3509699782851191961_n-1.jpg)
La segunda causa del éxito de Ip Man fue su método de entrenamiento. El maestro Ip no enseñaba la efectividad cortoplacista de los golpes. Prefería un entrenamiento con lentitud, paciencia y perseverancia. Antes de enseñar un golpe letal hacía practicar a sus alumnos el mismo movimiento lentamente centenares de veces. Este hecho hizo que muchos de sus discípulos lo abandonaran. Esperaban resultados rápidos. Pero la templanza y el dominio del equilibrio eran conceptos claves para el maestro. Hay que controlarse a uno mismo para poder controlar el rival. La impaciencia lleva al descontrol y a un uso inadecuado de la fuerza. Otra de las célebres aportaciones de Ip Man a las artes marciales fue el uso del maniquí de madera. Un simple tronco con extremidades artificiales era suficiente para ensayar y poner en práctica los movimientos aprendidos. El tronco conduce a la concentración y equilibrio necesarios a la vez que permite desarrollar los movimientos de las manos en contacto con las tres extremidades superiores del maniquí. Finalmente Ip Man fue reconocido y admirado en Hong Kong entre los grandes del kungfú.
![](https://www.wingchunkwoonguanyu.es/wp-content/uploads/2021/01/yip_man2.jpg)
La disciplina de Ip Man, como hemos dicho, ha llegado muy lejos. De hecho, el Wing Chun es para muchos una manera de vivir y entender la vida. Algo que no solo sale a la luz en determinado momento de lucha sino que viaja contigo a todas horas y en todo momento. Y no nos debe resultar extraño. A nadie le parece raro que pintores como Dalí o Picasso dedicaran su vida a pintar. Pues maestros como Ip Man y tantos otros eran, de una manera distinta, también artistas. Eran artistas marciales.