La suavidad (a través de la relajación) y la ejecución de las técnicas de forma relajada son fundamentales para el Wing Chun.
La tensión reduce la velocidad y la potencia de los puñetazos. Los músculos actúan por pares en oposición entre sí (por ejemplo, bíceps y tríceps). Si el brazo está tenso, no podrá alcanzarse la máxima velocidad de golpeo, ya que el bíceps se opondrá a la extensión del brazo. En Wing Chun, el brazo debe estar relajado antes de comenzar el movimiento de golpeo.
La tensión muscular innecesaria gasta energía y provoca fatiga.
Los brazos tensos y rígidos son menos fluidos y sensibles durante el atrapamiento y el Chi Sau.
Una extremidad tensa y rígida proporciona al oponente un asidero fácil con el que empujar o tirar, mientras que una extremidad relajada proporciona al oponente menos con lo que trabajar.
Un miembro relajado, pero concentrado, permite sentir los «agujeros» o puntos débiles en la estructura del oponente (véase la sección Sensibilidad). Con el avance correcto, estos «agujeros» permiten atacar al oponente.
La lucha muscular reduce el combate a quién es más fuerte. La fuerza bruta mínima en todos los movimientos se convierte en un ecualizador en los enfrentamientos de fuerza desigual. Esto se ajusta mucho al espíritu del cuento de Ng Mui.
Aunque la existencia de un concepto de «eje central» está unificada en el Wing Chun, la interpretación del concepto de eje central en sí no lo está. Existen muchas variaciones, y algunos linajes definen desde una única «línea central» hasta múltiples líneas de interacción y definición. Tradicionalmente, la línea central se considera el eje vertical que va desde la parte superior de la cabeza hasta la ingle. Se considera que los principales objetivos de ataque del cuerpo humano se encuentran en esta línea o cerca de ella, incluidos los ojos, la nariz, la garganta, el plexo solar, el estómago, la pelvis y la ingle.
Las técnicas de Wing Chun suelen ser «cerradas», con las extremidades recogidas para proteger la zona central y también para mantener el equilibrio. En la mayoría de los casos, las manos no se mueven más allá del círculo vertical que se describe girando los brazos hacia delante, con las manos cruzadas por las muñecas. Para llegar fuera de esta zona, se utiliza el juego de pies.
Un gran énfasis e inversión de tiempo en el entrenamiento del ejercicio Chi Sau enfatiza el posicionamiento para dominar esta línea central. La postura y la guardia apuntan al centro o a través de él para concentrar la intención física y mental de todo el cuerpo en el único objetivo.
Los practicantes de Wing Chun atacan dentro de esta zona central para transmitir la fuerza con mayor eficacia, ya que se dirige al «centro del núcleo» (o «línea madre», otro centro definido en algunos linajes y que se refiere al eje vertical del cuerpo humano donde se encuentra el centro de gravedad). Por ejemplo, golpear el hombro de un oponente torcerá el cuerpo, disipando parte de la fuerza y debilitando el golpe, además de comprometer la posición del golpeador. Golpear más cerca del centro transmite más fuerza directamente al cuerpo.